Dos grandes reinos

Hace mucho tiempo había dos reinos enfrentados, el reino del norte se  le consideraba como el fuego sus habitantes eran de un tono anaranjado y casi todos solían tener una gran afinidad con el fuego y el otro reino se le consideraba como el agua, sus habitantes eran de tono celestes y casi todos tenía una gran afinidad con el agua. También se debía a que el reino Seeneae estaba rodeado por el agua y el reino Firelemot estaba construido de las cenizas de unos antiguos volcanes que todavía dormían. Todo había estado durante décadas tranquilo.  Raro para unos pueblos continuamente enfrentados, pero toda calma tiene su fin. 

Erif era un soldado del reino de Firelemot era de familia humilde. Él era el hijo mayor al cual le caía una gran responsabilidad, su pelo era de un rojo apagado, su piel era de color amarillo limón y sus ojos de color ámbar. Nunca le había gustado el trabajo que su padre eligió para el pero él no opuso resistencia ya que era su destino. 

Una noche cuando patrullaba la frontera que dividía ambos reinos, cuando un viento extraño surgió de la nada y una pluma fue arrastrada hacia sus pies. Era muy rara él nunca había visto nada igual pero cuando fue a cogerla para contemplar sus rarezas el viento volvió a soplar y la arrastro más lejos de él, volvió a agacharse a cogerla y otra brisa la volvió a arrastrar hasta que al fin la pluma reposo en el medio del rio y en ese momento una sombra intento cogerla pero otra vez la brisa volvió pero esta vez la pluma no se alejó a él y se acercó más a la sombra sino al revés, pero aquella sombra también estaba cerca de la pluma Erif dudo unos instantes en volver intentar cogerla ya que si alguien se enteraba que estaba casi dentro de los límites del otro reino y había descuidado su puesto de guardia seria castigado, pero algo en él le decía que debía coger esa pluma. Fue a coger la pluma entonces  se dio cuenta que lo que él pensaba que era una sombra, era sino una mujer, los dos se miraron incrédulos ambos no sabían de la presencia de otro y ese fue el comienzo de una trágica historia que revolucionaría ambos reinos y cambiaria todo.