jueves, 6 de marzo de 2014

El olvido



Todo en aquella habitación era blanca, me encontraba en medio de la sala, no sé cuánto tiempo llevaría allí encerrada ya que para mí el cielo siempre estaba blanco como mi memoria, no recordaba nada, menos dos palabras: Pistola y Cariño. Las había colocado en un corcho, enfrente del pupitre, no paraba de mirarlas, pero nada sucedía, seguía sin recordar, era una tortura no saber nada de mí, solo dos palabras que no decían nada.
Me sentí encrucijada quería saber mi pasado pero no me atrevía a recordarlo, no soportaba más ese silencio en mi mente tenía que salir de allí y encontrar a alguien que me ayudara a recordar todo. ¿Pero quién? Me preguntaba una y otra vez sin obtener un nombre.
Esa noche algo asombroso pasó, la puerta se abrió y una persona entró, no paraba de decir una y otra vez que debía de salir de allí pero cuando desperté me di cuenta de que todo había sido un sueño seguía atrapada en aquella habitación…

Esta historia me la invente con las palabras en rojo que me dijeron.

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