Era una tarde
de otoño todo el suelo estaba cubierto de hojas secas parecía un paisaje sacado
de un cuento, no sé cuánto tiempo llevaría observándolo pero no podía apartar
la vista de el, todo en aquel lugar parecía tan tranquilo no se oía nada,
parecía que todos los animales lo contemplaban sin hacer ruido.
De repente el
sonido de un disparo interrumpió la tranquilidad, todas la aves alzaron el
vuelo en aquel lugar. Eso significaba que me habían encontrado y que debía huir
a toda prisa, ¿Pero qué camino debía tomar? Lo debía elegir rápido.
Eché a correr
hacía bosque en el que por última vez lo vi a él, antes de los disparos y
entonces nos separamos. Me quedaba poco para llegar cuando no me di cuenta y tropecé
caí al suelo y la camiseta se manchó de barro.
En ese
momento oí unos pasos muy cerca de donde me encontraba y entonces una voz
conocida me habló, era él, seguía vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario